La inteligencia artificial (IA) está revolucionando el manejo de las                enfermedades no transmisibles mediante la predicción y el diagnóstico precoz. Mediante la IA se pueden identificar patrones de riesgo y predecir brotes antes de que se conviertanen crisis sanitarias. Sin embargo, es crucial que la IA sea utilizada con ética y responsabilidad para maximizar sus beneficios y minimizar riesgos.